Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!
Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
" Yo te quiero, soy yo"
Preciosa, no creéis?
He estado, hace unos minutos, en el blog de mi Profesor de lengua Castellana de el año pasado.
Lo aprecio mucho.
La melancolía me ha invadido, y he recordado momentos importantes.
Uno de ellos es esta poesía.
Mi poema favorito.
Pedro Salinas.
Me hizo sentir en su momento tan especial y querida.
Que alguien te recite esto... os lo imagináis?
Puede que me toméis por cursi pero.. acaso no es bello?
Leedlo, en silencio, con una tenue luz.
os sentís únicos...verdad?
Yo cuando lo leo... si.
2 comentarios:
Se me ha erizado la piel leyendo este poema que los dos conocemos y leyendo tu testimonio. No sé quién eres pero estimo tu recuerdo y tu gusto por la poesía que es posible que fomentaran aquellas clases que recuerdas. No sabes cómo anima a continuar el saber que alguien te escucha, porque muchas veces salgo de clase con la impresión de que hablo para las paredes. Hoy hablaba de El Quijote y era desolador el panorama. Quizás, sin embargo, habrá alguien que como tú, aquello le quede en la conciencia y algún día lo recuerde. Muchísimas gracias por tu estima. Seguiré tu blog. Me lo apunto en favoritos. Un cordial saludo.
que ilusión!
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